Esta ha sido mi experiencia hasta el momento, y quería compartirla con ustedes. Cada despertar en la mañana, lo tomo como una oportunidad divina de aprendizaje para mi alma. Con cada persona que me cruzo, siento la certeza que no es casualidad, que algo entrego y/o recibo, que enseño y/o aprendo. Si lo llevo a mi vida personal son los seres con quien mas comparto, aquellos que más nos debemos ocupar de amar, sentir, perdonar y agradecer.
Este enfoque, me cambió la forma de vivir la vida para siempre, elijo cada acción que me traerá un resultado, soy responsable de crear mi vida y mi mundo interior, mis palabras, mis pensamientos se tornan realidad y mi vida depende de la coherencia con lo que siento, digo y hago.
En mi camino profesional, me entregaron al inicio herramientas que estaban destinadas a ayudar en la salud física del cuerpo, yo lo veía así, el consultante buscaba solucionar una dolencia particular, y por ende estaba entrenado para resolver linealmente esa dolencia.
En mi interior sabía que la dolencia estaba conectada a una red emocional espiritual mucho más grande, y en poco tiempo me entregaron más herramientas que entendí, servían para aplicarlas en esas áreas emocionales. Con el correr de mi vida, me siguen entregando más herramientas acordes al proceso de transformación personal que he tenido, todo ha cambiado, el enfoque lineal se transformó en multidimensional, y siento que esta transformación profunda es gracias a la energía que cada consultante entrega en su proceso de salud. Cada experiencia es un universo individual que enriquece el alma y espíritu constantemente.
Por esa razón, me pongo al servicio del espíritu, donde la brújula interna me señala donde estar en cada momento, porque ese momento es el indicado y no otro.
En estos tiempos de tribulación valórica y espiritual, estoy llamado a entregar y enseñar con amor las herramientas aprendidas, para que juntos logremos formar una sociedad más equilibrada y amable, que ayude a darnos cuenta de la unicidad espiritual que compartimos, que la sanación del alma es posible sólo si vivimos en armonía con los demás, que los demás son un espejo de nuestra realidad, y que si aceptamos afuera nos estamos aceptando dentro.
Finalmente, el llamado espiritual se manifestará en cada uno, en la medida que cultivemos la humildad, la aceptación y la paciencia.
Agradezco profundamente a cada uno de ustedes, por la oportunidad de seguir perfeccionando el alma al servicio de los demás.